Jaroslav Tuma: “LA MÚSICA NO USA PALABRAS. ACTÚA SOBRE LAS EMOCIONES, POR ESO AGRADA AL ALMA.”

En la era barroca, el órgano emergió trascendiendo lo común, con una paleta de sonidos muy amplia y versátil, que permitía a los compositores sumergirse en ornamentos y contrapuntos. Los teclados múltiples, registros variados y pedales dotaban a los intérpretes de una libertad hasta ahora no conocida, que les permitía crear geniales improvisaciones y delicados ornatos. Podríamos llegar a afirmar que el órgano es el “alma” de la sinfonía barroca, donde halló su refugio en la liturgia eclesiástica cimentando una base sonora majestuosa para coros y música sacra.

La tradición organística checa es de vital importancia en la órbita musical: ha dado a conocer intérpretes muy talentosos, ha enriquecido el repertorio y también se ha destacado en la innovación, en la interpretación y la construcción de órganos. Compositores checos como Jan Zach, Josef Seger, Václav Jan Krtitel Tomásek, Zdenek Fibich y Petr Eben han dejado una huella profunda en la música, contribuyendo a una rica tradición que inspira a músicos y oyentes en todo el mundo.

El maestro checo Jaroslav Tuma es un experto en órgano, clavicordio, clavecín y piano, también profesor en la Academia de Artes Escénicas de Praga. Ha obtenido reconocimientos en diferentes competencias de interpretación, ha grabado numerosos discos en solitario y colaborado con varios músicos destacados. En el siguiente diálogo, comparte con algunas apreciaciones.

Los amantes de la música esperan con ansias su actuación en Colombia, ¿Qué mensaje le envía al público del Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá?

J.T.: La música no usa palabras. Actúa sobre las emociones, por eso agrada al alma. La estructura de los tonos agudiza los cerebros humanos, se transforma con el tiempo. Cada uno de nosotros encuentra en la música de diferentes períodos sus amores y sus amigos. No queda más que escuchar, calmarse y aceptar los tonos con la conciencia de que no tengo que entenderlos de inmediato y en profundidad. Pero gradualmente llegar a gustarles. Descubrir su sentido y sus mensajes individuales. Mensajes sin palabras pero, por eso, más verdaderos.

Como intérprete consumado del órgano, clavicordio, clavecín y piano, usted ha interpretado música sacra en diferentes partes del mundo ¿Encuentra que hay diferencias significativas en la apreciación y conexión con la música sacra según las culturas y regiones donde se ha presentado?

No me parece. En cada país y en cada continente hay personas que quieren y saben escuchar música y abrirse a los valores espirituales. En la música están entretejidos las palabras y sus significados. Pero cada uno la puede entender a su manera. Las palabras, con su significado concreto, a menudo provocan. Invitan a oponerse. Los tonos unen.

A lo largo de la historia, la República Checa ha producido notables compositores y organistas. Algunos de ellos han dejado un legado duradero en el repertorio de órgano, contribuyendo a la riqueza y diversidad del instrumento ¿Por qué cree que se ha mantenido viva y vibrante la tradición organística en su país?

Existen dos razones. Una es la tradición religiosa, y la otra es el encanto por el órgano como instrumento musical. Es impresionante, versátil tanto en el sonido como por el hecho de que cada instrumento está construido de manera diferente y se toca de manera diferente.

¿Hay alguna pieza o compositor en particular que sienta que logra transmitir emociones espirituales de manera excepcional?

Para mí, Johann Sebastián Bach es uno de los más grandes. Incluso en su obra para órgano, se reflejan elementos de sus cantatas, que están perfectamente entrelazadas con la simbología espiritual. Sin embargo, su música es tan abarcadora que incluso entre los ateos acérrimos ha tenido y tiene admiradores. Perciben los valores espirituales sin darse cuenta.

Háblenos, por favor, un poco sobre su repertorio. ¿Ha planeado sorprender a la audiencia con alguna improvisación en el Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá?

Me gusta improvisar, aunque no en todos los conciertos. En Bogotá improvisaré, pero es difícil decir de antemano en qué estilo y forma. Eso suele ser una decisión de última hora. A veces, la inspiración muy contemporánea se me cuela bajo los dedos y me sorprende a mí mismo.

Por Jorge Piotrowski, www.festivalmusisacra.com.