En estos días en las salas de Cine Colombia en Bogotá (Av. Chile y Calle 100), los interesados pueden ver también una película de origen checo. Se llama El Charlatán, y es dirigida por la destacada directora polaca Agnieszka Holland.
Se trata de un drama biográfico del cual se ha hablado mucho en la República Checa. Esta historia de un controvertido curandero Jan Mikolásek fue elegida entre las quince mejores películas internacionales de la Academia Cinematográfica del Arte y las Ciencias para los premios Óscar. El papel protagonista es interpretado por el reconocido actor checo Ivan Trojan, pero también interviene su hijo Josef, una promesa del cine checo contemporáneo.
Desde muy joven, a Jan Mikolásek le fascinaron las plantas y sus propiedades medicinales. Pronto, se convirtió en uno de los mayores “sanadores” de su época. Sin embargo, él mismo tuvo que luchar con sus propios demonios. Con el paso del tiempo, se enfrentó a nuevos poderes y a la arbitrariedad política. En los años treinta, durante la época de la guerra y posguerra, dedicó su vida a tratar sin distinción a ricos y pobres, a los nazis durante la ocupación y a los comunistas después de la guerra.
Mikolásek era un hombre sin cualificación médica pero con un talento excepcional para diagnosticar y curar con hierbas medicinales algunas dolencias que resultaban un misterio para los profesionales. Su popularidad acabó por irritar a las autoridades políticas. Durante el régimen comunista lo encarcelaron por sus habilidades y experiencias. La sentencia le obligaba a la confiscación de todos sus bienes y la pérdida de derechos y libertades civiles.
En la película hay momentos de todo tipo, divertidos, trágicos y curiosos. Se rodó en diferentes partes de la República Checa, por ejemplo, en la ciudad de Susice, en Bohemia del Oeste, en los alrededores del pequeño pueblo Hartmanice, en Jaromer, al norte del país y cerca de la frontera con Polonia, y, por supuesto, en Praga.
El largometraje no llega a dar respuestas claras. Al contrario, se va hundiendo cada vez más en los lodos de la historia bélica y comunista, por lo cual surgen preguntas nuevas. La interpretación del final del filme depende del espectador y de la postura que tome hacia Mikolásek y su prodigioso talento.
Fuentes: CineColombia.com, VisitCzechRepublic.com. Foto 1, foto 2.