En la tradición cristiana las fiestas de Pascua conmemoran la Resurrección de Cristo. Para los paganos estas fechas representaban también la resurrección: la resurrección de la nueva vida y de la naturaleza que despierta el día del equinoccio y permite iniciar nuevamente las labores agrícolas. En la República Checa, al igual que en otros países de Europa Central, las fiestas de Semana Santa culminan el lunes después del Domingo de Pascua. En el pasado, las celebraciones incluían varios rituales y ceremonias, algunos se conservan hasta el día de hoy. La Radio Praga presentó algunas de las tradiciones más populares.
El lunes de Pascua
Ese día, los hombres azotan a las mujeres con una varita de sauce entrelazad, conocida como pomlázka, en checo con el fin que éstas sigan bellas, fértiles y sanas durante todo el año. Y las mujeres les regalan a los hombres a cambio un huevo cocido y pintado, por ejemplo, con cera caliente, o decorado con trozos de paja. La tradición de azotar a las mujeres con una varita de sauce tejida en forma de trenza puede parecerles a los extranjeros muy fuerte, pero la mayoría de los checos no lo conciben así. Es una tradición muy antigua, que se sigue respetando más bien de manera formal y como una buena oportunidad para visitar a los vecinos y amigos, y compartir con ellos un rato agradable.
La tradición de los huevos decorados
Algunas veces, en la tradición eslava, la época de la llegada de la primavera se llamaba Noches Rojas. La denominación se debía a los huevos decorados con color rojo, que formaron parte de la tradición eslava durante siglos. Los huevos representaban para los antepasados de los checos la fuerza, la resurrección y la revitalización, y según los hallazgos arqueológicos, se solían poner también en las tumbas. Siendo consciente de la importancia de este símbolo, la Iglesia Católica no pretendió prohibir la costumbre, sino interpretar este mito pagano, como muchos otros, según su propia doctrina. Los sacerdotes entonces afirmaban que el color rojo representaba la sangre de Jesucristo, que las gallinas habían picado debajo de la cruz donde murió el Mesías. Por su lado, según la Iglesia, la tradición de obsequiar a aguinalderos con huevos nació cuando Dios y San Pedro andaban de casa a casa disfrazados de mendigos pidiendo comida. Al haber sido atendida su petición, convertían las cáscaras de huevo en oro. En la tradición cristiana entonces los huevos representan la conmemoración de esta visita.
La Expulsión de la Muerte
Para empezar esta nueva temporada había que despedir el invierno, lo que se realizaba simbólicamente a través de uno de los rituales más importantes, la Expulsión de la Muerte. En este ritual el invierno quedaba personificado por la diosa eslava de la Muerte, Morana. La costumbre se celebraba el Domingo de Resurrección. Las muchachas solteras creaban muñecas de paja, que vestían y decoraban con cáscaras de huevo o caracoles. Tras recorrer el pueblo cantando, echaban a la Muerte al río cercano. Para que la primavera entrara en la región, los eslavos regresaban al pueblo con varitas de sauce florecidas. El Sábado Santo las clavaban en los campos para que la cosecha fuera rica.
Los platos predilectos en Pascua
Lo más típico son los dulces. Entre ellos se destacan unos panes especiales dulces llamados mazanec que es el bizcocho más antiguo. Tiene la forma de pan redondo, en cuyo centro se hace una cruz, cortando la masa con tijeras o cuchillo. En las casas también se preparan bizcochos en un molde con forma de cordero, lo que evoca al Cordero de Dios. A la masa se le puede agregar requesón, uvas pasas y almendras, por ejemplo. Las amas de casa checas suelen ponerle una cinta roja en el cuello y decorarlo también con otras cosas. Tampoco debe faltar el llamado jidášek, que viene del nombre Jidáš, que en español es Judas. Este es un panecito dulce de menor tamaño hecho también de masa de levadura, pero una masa muy simple, sin condimento alguno, ni pasas o nueces. Es un símbolo de la traición de Judas y de la crucifixión de Cristo. Por ello el panecillo tiene la forma de una cuerda enrollada, haciendo referencia a la cuerda con la que se había colgado Judas Iscariote.
En búsqueda de tesoros
Algunas regiones del país son conocidas también por sus yacimientos de piedras preciosas. En el pasado, por ejemplo, el río Jizera y el Arroyo de Zafiro representaron unos de los yacimientos de zafiros más importantes de Europa. Hay quienes venían en busca de piedras preciosas y semipreciosas a lo largo del año, pero cuando más búsquedas se emprendían era el Viernes. Según la leyenda, este día una fuerza mágica hacía que se abriera la tierra y diera a luz los tesoros escondidos. El lugar con piezas valiosas quedaba supuestamente señalado con un helechal iluminado con una luz mágica. Se dice que este día es posible encontrar también lo que perdimos durante el año anterior.
Fuente: Radio.cz/es (Romana Marksová, Dominika Bernáthová), Radio.cz/es (Ivana Vonderková).