Según la información publicada por la Radio Prague International, el número de extranjeros en la República Checa crece cada año. El Instituto de Estadística estima que actualmente viven en el país casi 600 000. No obstante, la tarea de integrar a los jóvenes extranjeros parece estar quedando por detrás de las expectativas.
Lo confirman los datos de la organización no gubernamental META, enfocada en ayudar a los migrantes, que indican que más de la mitad de los extranjeros mayores de 18 años que viven en Chequia y cuya primera lengua no es el checo no recibe educación. Al no contar con suficiente apoyo en su aprendizaje del checo en el colegio se acumulan los obstáculos y los jóvenes terminan abandonando las escuelas de manera prematura.
Esta experiencia la vivió, por ejemplo, Duc quien nació en Chequia, pero creció en la comunidad vietnamita. Su niñera empezó a enseñarle el idioma checo, pero cuando entró en la escuela primaria no recibió ningún apoyo especial y terminó sacando notas bajas. En quinto grado se encargó de él su antigua maestra de curso, dándole clases adicionales de checo, de gramática y ortografía. De esta manera, logró mejorar su certificado de notas. Sin embargo, las clases particulares duraron tan solo un año, después sus resultados volvieron a empeorar. Finalmente, decidió estudiar en una escuela secundaria artística donde no se ponía tanto énfasis en el checo. Más adelante incluso logró continuar en su educación en la Universidad Carolina d Praga, donde se graduó en estudios vietnamitas.
Pero su caso es más bien excepcional. Los jóvenes extranjeros en la República Checa suelen tener problemas para alcanzar la educación superior. Sin un nivel avanzado de checo es complicado aprobar los exámenes finales para graduarse en las escuelas secundarias, al igual que los test de admisión para las universidades. Los exámenes son exigentes incluso para los nativos de checo y son iguales para los checos y los extranjeros.
Para cuando cumplen los 17 años, hasta un tercio de los extranjeros ha abandonado los estudios. Las personas sin educación secundaria se convierten en una carga económica porque les cuesta más encontrar trabajo en el futuro. De acuerdo con sociólogos, cuando un estudiante abandona la educación de manera prematura, el Estado pierde alrededor de 100 000 euros. Por un curso entero, la cifra supera los 100 millones de euros anuales, de acuerdo con estimaciones de META.
Uno de los mayores retos es la transición entre la escuela primaria y la secundaria. Los datos del año pasado demuestran que uno de cada seis extranjeros no continúa en los estudios. En el caso de los estudiantes cuya lengua materna es el checo se trata de uno de cada cien.
El Ministerio de Educación, consciente de los problemas existentes, está preparando cambios en el sistema de la enseñanza del checo a extranjeros, que deberían implementarse a partir de septiembre. Conforme al proyecto, los alumnos podrán atender cursos de preparación lingüística en horas de la mañana, excusándose de otras materias. El apoyo constará de un mínimo de 100 y un máximo de 200 horas de clases en función a un examen preliminar. No obstante, los representantes de las escuelas y las organizaciones no gubernamentales critican la propuesta ministerial dado que omite la necesidad de un apoyo lingüístico sistémico y continuo. Haría falta que los extranjeros en las escuelas tuvieran a su disposición a un asistente pedagógico bilingüe que les asistiera en el día a día. También los maestros necesitan un mayor apoyo en la integración de estudiantes extranjeros.
Fuente: Espanol.radio.cz (Romana Marksová, Eva Šelepová). Foto 1 – 2, foto 3.